Proceso digestivo de la leche, intolerancia, y región geográfica
- Carolina Bustillos
- 8 sept 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 oct 2019
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Abstracto

Antes de explicar la digestión de la leche es importante dar un concepto básico del proceso digestivo. Al consumir alimentos, el organismo realiza un proceso catabólico al romper las moléculas complejas en moléculas simples para que los nutrientes de la comida puedan ser absorbidos por las células fácilmente durante la peristalsis (movimiento muscular producido por los órganos del sistema digestivo para poder completar la digestión). Por ejemplo, tenemos tres tipos de carbohidratos: los monosacáridos, los disacáridos, y los polisacáridos. La glucosa es un monosacárido, es decir, un carbohidrato simple. No va a ser necesario que el organismo descomponga la glucosa porque ya es una molécula simple en su más mínima expresión. Pero al ingerir azúcar de mesa, que es un disacárido llamado sacarosa, el tracto digestivo va a romper esta molécula compleja en 2 moléculas simples, que son la glucosa y la fructosa, que es de lo que está compuesta la sacarosa.
También es importante explicar sobre las enzimas digestivas que están encargadas de catalizar la digestión de los alimentos dentro de nuestro organismo. Todas las enzimas que producimos están hechas para una reacción especifica en el cuerpo, por lo cual cada una tiene un sitio activo donde un sustrato específico se va a unir. Volvamos a tomar el ejemplo del azúcar de mesa. El sustrato es la sacarosa y la enzima es la sacarasa. Al momento que el sitio activo de la sacarasa se une con la sacarosa, va a dar como producto una molécula de glucosa y una molécula de fructosa (Gil, 2017). En el siguiente gráfico tenemos una explicación gráfica:

Proceso digestivo de la leche, intolerancia, y región geográfica
Es muy común el consumo de leche de vaca en todos los hogares del mundo. Pues, es considerada como un súper alimento por su composición macromolecular y mineral. Efectivamente, la leche cumple con todas las funciones alimenticias de un alimento al ser una proteína, porque contiene caseína y moléculas séricas; un carbohidrato, porque contiene el sacárido lactosa; y una grasa, porque contiene fosfolípidos y triglicéridos. También está cargada con elementos como el Calcio, el Sodio, el Potasio, el Hierro, el Magnesio, el Cobalto, y el Fósforo (Gómez, Antonio, Mejía, 2005, p 41).
La digestión molecular de la leche empieza con la descomposición de la lactosa, que es el carbohidrato de la leche. La lactosa es un disacárido, compuesta por un monosacárido de glucosa y un monosacárido de galactosa. Para que la digestión empiece, se necesita que la lactosa se descomponga en glucosa y galactosa para que la asimilación celular sea más sencilla. Por esto, el intestino delgado produce la enzima digestiva Lactasa, que es la encargada de la digestión de la lactosa al catalizar su reacción catabólica a los 2 monosacáridos correspondientes (Daamen y van Erp, 2010).
¿Qué pasa con las personas intolerantes a la lactosa? Su producción de enzimas no es la misma a que una persona tolerante a la leche y sus derivados. Pues, los intolerantes empiezan a producir poco o nada de lactasa, por esto, al momento de ingerir leche, su organismo reacciona de manera grotesca al intentar eliminar este alimento del cuerpo. Algunos de sus síntomas son: dolor abdominal, hinchazón, diarrea, y flatulencias (Swagerty, Walling, Klein, 2002, p1845).
Las estadísticas nos dicen que la intolerancia a la lactosa es masiva en la población mundial. Según Kees Daamen y Ardy van Erp, en Revista Énfasis en Alimentación (2010), un 75% de las personas en el mundo no tienen la capacidad de digerir lactosa. Sin embargo, la distribución varía en cada región geográfica. El estudio realizado el 2002 en la Universidad de Medicina de Kansas, por Daniel L. Swagerty, M.P.H. (abreviación en inglés de Master en Salud Pública), Anne D. Walling, M.D. (abreviación en latín de Doctor de Medicina), y Robert M. Klein, PH.D. (abreviación en latín de Doctor en Filosofía), la intolerancia en la lactosa está presente en el 15% de la población del norte de Europa, un 80 porciento en negros y latinos y hasta un 100 por ciento en asiáticos. Es decir, continentes como África, Asia, América central y la mayoría de América del sur, hay mayor intolerancia a la lactosa. Sin embargo, en el norte de Europa, donde hay países extremadamente fríos, la tolerancia a la lactosa está presente en la mayoría de la población.
Se puede concluir que la leche de vaca, al ser un alimento completo en todas sus funciones macromoleculares es necesaria para aquellas personas que habitan en regiones geográficas con temperaturas más bajas. Todos los humanos tenemos una necesidad biológica a la leche materna en la etapa de lactancia, de esta manera, creamos nuestros anticuerpos adquiridos. No hay necesidad de que sigamos consumiendo leche de vaca porque todo lo biológicamente necesario ya lo obtuvimos de la leche de nuestras madres.
Una conclusión dada por la bióloga Ana Troya (2019) sobre la similitud en las estadísticas de intolerancia a la lactosa en los países nórdicos de Europa y América es el genotipo que ambos comparten al considerar que una población es descendiente de la otra. Es decir, que ambos habitantes del norte de Europa y del norte de América comparten el mismo ancestro por lo que llevan la misma genética, por ende la misma mutación a la tolerancia de la leche de ganado.
Por otro lado, yo argumento que, como seres termodinámicos, la regulación de nuestra temperatura debe mantenerse siempre constante. Una teoría es que la evolución del ser humano mantuvo tolerancia a la lactosa a aquellos individuos habitantes del norte del mundo, porque necesitan barreras protectoras térmicas en su cuerpo que la leche les ha otorgado desde que sus ancestros la consumían por sus tradiciones lácteas con vacas. Por el otro lado, el sistema de aquellas personas habitantes de lugares templados tiene mayor intolerancia porque no hay la necesidad de consumir este alimento. Pues, es así de sabia la naturaleza que sabe quienes necesitan qué y quienes no.
Referencias:
Agudelo D., Mejía O. (2005). Composición nutricional de la leche de ganado vacuno. Revista Lasallista de Investigación. 2(1), 38-42. Recuperado 2019-09-15.
Daamen K., van Erp A. (2010-04-16). Entender la Intolerancia a la lactosa en América Latina. Revista Enfasis Alimentación. Recuperado 2019-09-11 de http://www.alimentacion.enfasis.com/articulos/16347-entender-la-intolerancia-la-lactosa-america-latina
Gil J., (2017). Macromolecules. Molecular biology. Material no publicado. Recuperado 2019-09-10
Troya A., (2019). Intolerancia a la lactosa. Entrevista artículo Proceso digestivo de la leche, intolerancia y region geográfica. Material no publico. Recuperado 2019-09-27
Swagerty D., Wallig A., Klein R. (2002-05-01). Lactose Intolerance. American Family Physician(Vol. 65, pp. 1845-1850). Ciudad de Kansas , Kansas, Estandos Unidos.
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